La industria del videojuego se enfrenta a una de las polémicas más llamativas del año. Según documentos judiciales filtrados, el CEO de Krafton, compañía conocida por PUBG, habría recurrido a ChatGPT para buscar maneras de evitar el pago de un bono de 250 millones de dólares a los desarrolladores de Subnautica 2, el esperado título de supervivencia submarina. Esta revelación ha desatado un intenso debate sobre ética empresarial y el uso de inteligencia artificial en decisiones corporativas.

¿Qué ocurrió exactamente?

Todo comenzó tras la adquisición del estudio Unknown Worlds por parte de Krafton en 2021. El acuerdo incluía un earnout bonus condicionado al cumplimiento de ciertos objetivos de ventas y desarrollo para Subnautica 2. Sin embargo, los fundadores del estudio —Charlie Cleveland, Ted Gill y Max McGuire— alegan que Krafton intentó retrasar el lanzamiento y finalmente los despidió para evitar pagar la bonificación estipulada.

Lo más sorprendente es que, según los documentos presentados en el juicio, el CEO Kim Chang-han habría consultado a ChatGPT para encontrar vías legales que le permitieran esquivar el pago. La IA, según las filtraciones, respondió que sería “complicado” cancelar el bono, pero esto no detuvo a Krafton, que supuestamente puso en marcha un plan interno denominado “Project X” para renegociar el acuerdo o, en su defecto, tomar control total del estudio.

Un conflicto que retrasa el juego

Los fundadores sostienen que Subnautica 2 estaba listo para su acceso anticipado en 2025, pero Krafton habría pospuesto el lanzamiento hasta 2026, una decisión que consideran deliberada para evitar el pago del bono. Esta disputa no solo afecta a los desarrolladores, sino también a los jugadores que esperan con ansias la secuela de uno de los títulos más innovadores del género survival.

Implicaciones éticas y legales

El caso plantea preguntas inquietantes: ¿es aceptable que una empresa use IA para asesorarse en estrategias que podrían perjudicar a sus socios? Aunque la inteligencia artificial se ha convertido en una herramienta común en múltiples industrias, su uso en contextos legales y financieros tan delicados genera preocupación. Además, la situación pone en evidencia cómo la presión por cumplir objetivos económicos puede llevar a tácticas cuestionables.

¿Qué sigue?

El juicio entre Krafton y los exdirectivos de Unknown Worlds continúa, y su desenlace podría sentar un precedente sobre el uso de IA en negociaciones corporativas. Mientras tanto, los fans de Subnautica 2 esperan que la polémica no afecte la calidad del juego ni su fecha de lanzamiento.

Este escándalo no solo expone tensiones internas en Krafton, sino que abre un debate sobre la ética en la era de la inteligencia artificial. ¿Hasta dónde pueden llegar las empresas para proteger sus intereses? La respuesta, por ahora, está en manos de los tribunales.